Como sabréis el pasado martes se produjo un desprendimiento en la garganta del cares, en el lugar conocido como Los Collados, ya en la zona de la asturiana comarca de Cabrales.
El canal que abastece la central eléctrica de Poncebos quedó inservible y durante una día entero, el agua del canal fue erosionando la ladera agravando el daño producido por el desprendimiento de piedras, con lo cual se formó una brecha superior a los 20 metros de profundidad, cortando en dos la senda que surcamos con nuestro grupo en septiembre y haciéndola hasta ahora impracticable.
Ingenieros y técnicos del Parque Nacional de Picos de Europa se encuentran valorando las posibilidades de solución para esta situación, que será posiblemente la restauración del talud, pese a ser muy costoso en lo económico y complejo en lo técnico, se cree que las obras de restauración se contratarán por vía de urgencia por el Ministerio de Medio Ambiente, responsable del Parque Nacional, para que esta senda visitada por multitud de montañeros y excursionistas esté interrumpida el menor tiempo posible.
En 2007 en la zona denominada Canal del Saigu, también se produjo un incidente similar que requirió tres meses de trabajos para reponer el paso definitivo y era un desprendimiento de menores dimensiones que el que se ha producido ahora.
PINCELADAS DE HISTORIA.
La senda que surca la Garganta del Cares se construyó entre 1917 y 1921 por más de 2000 obreros, en un proyecto colosal para aquella época y que se cobró gran cantidad de vidas humanas, recordar la historia del Abuelo, que Luis nos contaba en el blog el pasado mes de septiembre.
Trabajos de voladuras, demoliciones y construcción con la dificultad de los medios técnicos empleados por entonces, donde se transportaba el material necesario en carretas de bueyes desde León a Posada de Valdeón, para luego trasvasarlo a mulas que lo acercaban hasta el punto de la obra preciso, también fue necesaria la presencia de operarios venidos de Alemania para las labores especializadas de mayor complejidad técnica, pero la mayor dificultad fue luchar contra la meteorología de la montaña, en otoño de 1918 una gran nevada incomunicó a 400 trabajadores que se quedaban sin víveres, decidieron salir a golpe de pala, camino a Valdeón, en su transcurso se produjo el mayor alud de nieve conocido en Picos de Europa, pero aquellos hombres consiguieron abrirse paso a través de la nieve, las rocas y los árboles arrancados, en uno de los episodios épicos más conocidos de aquella monumental obra de ingeniería civil.
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